Desgraciadamente en los últimos días han habido una serie de actos terroristas en el Reino Unido empleando armas blancas contra la población civil y las autoridades policiales, con el resultado de la pérdida de vidas humanas.
En el Krav Magá, como en otros sistemas de defensa personal, existe una serie de técnicas para la defensa contra un agresor armado con un cuchillo u objeto cortante; el uso de las mismas siempre debe ser empleado como último recurso ante un ataque directo contra nuestra persona, o cuando no hay posibilidad de escape.
Debemos ser conscientes de que el agresor realizará múltiples trayectorias erráticas con el arma, con lo que la dificultad para realizar bloqueos y desarmes efectivos es muy elevada. La anarquía del propio ataque, junto con el estrés soportado, incide en una alta probabilidad de resultar herido, aunque sea un corte leve; y aún aplicando correctamente las técnicas de bloqueo y desarme aprendidas. Siempre hay que evitar que los cortes o estocadas que podamos recibir en el ataque, alcancen órganos vitales y zonas en las que las venas y arterias estén expuestas.
El agresor puede realizar diversos ataques con la intención de bien acuchillar (realizando cortes con el filo del arma), y también apuñalar (pinchar con la punta del arma), en múltiples trayectorias y en repetidas veces. En el siguiente gráfico extraído del manual del MCMAP del Cuerpo de Marines de los EE.UU. podemos ver y evaluar diez ataques básicos que podemos sufrir en una agresión, tanto de tipo cortante, en apuñalamiento, y con el arma cogida tipo pica-hielo: