Conceptos y fundamentos del Krav Magá.
Nos son pocas veces que en las redes sociales se puede leer que el Krav Magá no es un arte marcial, y es más bien un "concepto" o una "mentalidad" más allá de sus técnicas a fin de poder sobrevivir y que todo está permitido en la calle. Parte de estas afirmaciones son parcialmente correctas, y obedecen a un falta de comprensión del sistema, o bien son usadas como una herramienta de marketing por ciertos instructores para diferenciarse de los demás. Lo anterior genera una imagen distorsionada del sistema, y luego se traduce en un limitado aprendizaje y desempeño de los alumnos.
Vamos a analizar el sistema punto por punto:
Objetivo del Krav Magá: evidentemente el objetivo nuclear es la defensa personal y la supervivencia ante una agresión. No es relevante la victoria, ya que no participamos en una competición deportiva reglada. No obstante, sí debemos atender la legislación de cada país para adecuar la legítima defensa a la normativa legal. En el caso del Krav Magá en el uso policial, la capacidad de someter y reducir a un agresor para poder detenerlo sería un objetivo adicional a la supervivencia.
Táctica: un concepto clave para el Krav Magá es la autodefensa, y se refiere a la prevención según el grado de amenaza e intimidación. En este punto se basa en evitar el conflicto a fin de no pelear ya que la calle es un entorno no controlado (no hay categorías de peso, puede que exista más de un agresor, posibilidad de que el agresor porte armas ocultas, desconocimiento de las habilidades del contrario, etc.).
Combate cuerpo a cuerpo: se entiende como la capacidad para luchar cuando falla lo anterior. La esencia del Krav Magá es dotar a una persona de herramientas para evitar la confrontación violenta, y saber luchar de un modo correcto cuando no hay otra opción.
Programa técnico: El Krav Magá no es una amalgama de técnicas de otras artes marciales sin un orden lógico. Las raíces del sistema provienen del boxeo, jujutsu, judo, lucha grecolatina, y uso del bastón corto y del cuchillo según los estándares del ejército británico de la década de los años 40 del siglo XX. Posteriormente, ha recibido otras influencias de deportes de combate como el kick boxing o el muay thai. Pero todas estas técnicas están ordenadas en un programa formal de aprendizaje siguiendo una coherencia y para alcanzar unos objetivos definidos (de hecho Imi Lichtenfeld desarrollo programas escritos para el Krav Magá civil desde la década de los años 60 del pasado siglo).
Además, el aprendizaje del sistema se basa en tres pilares fundamentales:
- Acondicionamiento físico para preparar el cuerpo para desarrollar las capacidades físicas básicas, que permitan potenciar las técnicas y prevenir las lesiones durante los entrenamientos.
- Aprendizaje de las técnicas de una forma estandarizada y gradual en base a un programa técnico formal. De lo básico a lo avanzado, y añadiendo oposición una vez aprendidas las bases, y estableciendo contextos para saber cuando debe usarse una técnica u otra.
- Sesiones de practica libre entre los compañeros, nos referimos a sesiones de sparring (lucha de pie) y de randori (lucha en el suelo) empleando las protecciones adecuadas a fin de lograr experiencia combativa adecuada, sin coreografías ni ataques pre-establecidos.
En cuanto a la afirmación "el Krav Magá no es un arte marcial" debemos entender que este sistema no es como un arte marcial oriental que busca un DO (un camino de crecimiento espiritual para el practicante); pero la enseñanza del Krav Magá por parte de los instructores debe de realizarse de una forma ética y transmitir valores a los alumnos para que aprendan a defenderse, no para fomentar la agresividad. Y como ya hemos enunciado anteriormente, el acto de la legítima defensa ha de adecuarse a la normativa legal de los respectivos países.
En resumen, si bien en la enseñanza del Krav Magá se debe transmitir una "mentalidad" orientada a la supervivencia, no olvidemos que el aprendizaje debe estar basado en una metodología estandarizada y profesional, se requieren años para asimilar y obtener la experiencia necesaria (olvidad los cursos exprés y online). No hay atajos en el Krav Magá, sólo disciplina, humildad, y regularidad en el entrenamiento.
¡Kidá!