Reflexiones sobre la defensa personal (iv)
No es una crítica hacia un estilo o sistema, sino a las metodologías de enseñanza que se ven en las redes sociales y en los seminarios internacionales realizaros por instructores a priori de alto nivel. Para REFLEXIONAR:
Viendo drills y combinaciones tan fluidas y estéticamente muy bellas, y si se argumenta que las técnicas mostradas son antiguas (o bien de uso militar); y tan peligrosas que no se pueden emplear en un sparring, en general, la gente se lo cree. Y se lo creen, no sólo los profanos en las artes marciales, sino también personas que ya han tenido experiencia previa en la práctica de algún estilo marcial.
Como espectáculo está muy bien ejecutado, pero para el uso en la defensa personal no es válido. Estos instructores nunca muestran ejercicios en oposición, no hay reacción del compañero, ni contraataques, ni sparring. Nunca se exponen, deben de transmitir una imagen de infalibilidad total de su técnica, su objetivo es realizar el mayor número de seminarios posibles; cuantos más, mayor rentabilidad obtienen para su negocio.
Una agresión callejera es muy diferente, es imprevisible. No puedes pensar que vas a poder hacer lo mismo que se muestra en los cursos y vídeos de estos "instructores". Y si el agresor está armado, ya sea con un cuchillo o un arma de fuego, la situación aún es mucho más peligrosa, y vas a tener menor margen de maniobra para salir ileso. Debes conocer lo que es recibir golpes, el dolor, para así no bloquearte en una situación angustiosa. Debes ser consciente de que bajo estrés y miedo cometerás errores, y que el agresor se adapta y te puede superar.
Es hora de reflexionar sobre este tipo de cursos, estos profesores nunca te explican las limitaciones, ni los peligros de los ataques callejeros, generan falsas expectativas a sus alumnos (esto es muy peligroso). Siempre argumentan el linaje y la letalidad de sus técnicas para convencer que lo que enseñan es útil.
Cada uno puede elegir su propio camino. Pero hay que señalar que muchos de los alumnos que acuden a estos cursos y repiten, tienen su parte de culpa, quieren sentirse como un soldado de operaciones especiales o un agente del SWAT. Se auto-engañan.
Tanto instructores como alumnos han de ser conscientes de la realidad. Comprender que las exhibiciones (shows, películas, etc.), las competiciones deportivas, y la defensa personal son tres escenarios diferentes, que conllevan adaptaciones, limitaciones, y peligros desiguales.